Dos poemas de Guillermo Garay

Guillermo Garay


Canela y azafrán

Eres árbol

aceite humo en la alcoba

dulce

           lluvia cenicienta

piel vaina madera

                                polvo en mi nariz

inhalo tu cuerpo

                amargo en contradicción

sudor enmelado

desde hace años

sostengo la respiración

tu bálsamo en mis manos

tú bálsamo en mis manos

soplo de ti

permanente perfume

exhalo.

Soy flor

estigma seco

                      tostado

lluvia amarillenta

amargor

piel pistilo

                    nota en tu nariz

emano hebras ardientes

vaho

fragancia en mis dedos

vaho tu rostro

impregno el olor dulzura

disfraz

             aliento.

Árbol y flor

especias

polvo de sueños amargos

humo en círculos encendidos

somos incienso

permanencia.


Canción del cempasúchil

Hoy entono un canto en tu nombre

verso en veinte flores para ti

tallo de luz

                   del temporal otoño

del eterno tiempo de muerte

tallo entonces la luz

altar palabra

                     fortaleza

voz destello en tinta amarillenta

dibujo soles en el suelo

mientras guirnaldas decoran a los dioses

tú danzas

                 espíritu

tallo entonces nuestra luz

porque tú eres puente

porque tú guías a los muertos

porque tú unes a los muertos

porque eres el olor y los muertos

canto entonces palabras honestas

que detonen discursos

instantes incendios de ti

para que no te detengas para que no me detenga.

Ficha del autor
Es maestro en Literatura Mexicana, fundador de la revista El almuerzo desnudo y editor de la revista Broca. Ha sido becario del FOESCAP en Puebla. Ha publicado en varias revistas nacionales e internacionales.

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