Me encontré con mi antiguo rival en el súper.
Traía consigo un olor perfumado de persona
que no me esperaba en él.
Sin el olor animal, competitivo
que tanto odié cuando impregnaba la línea de salida.
Y ahí estábamos, sin jueces que ayudaran a valorar
quién de los dos era más atleta.
Sin el rencor de cada músculo tenso
y sin el esfuerzo burlándose de uno de los dos
y premiando al otro.
Con solo nuestras sonrisas llenas de encuentro.
Por primera vez lo vi guapo
sin ropas mínimas escurriendo sudor,
sin estar atento a lo que obligaba a hacer a sus manos y a sus pies,
a un par de años de distancia de la palabra ganar
presionando nuestras pisadas.
Al darle la mano
reconocí esa atracción que por mucho tiempo fue desprecio.
Crecer con un rival es aprender
lo que el deseo tiene de ganas
de aplastar al otro.
*
No se puede hacer una carrera homosexualmente.
No se debe correr con pasos frágiles
ni competir demasiado emocionado.
No está vetado, pero se sabe, no está permitido.
El triunfo y el amaneramiento se desconocen.
El triunfo aprieta el cuerpo y pone serios los músculos.
El triunfo son muchas ganas de ser normal puestas de acuerdo, cómplices
de las carreras que siguen el curso de siempre.
Ficha del autor
César Cañedo. Poeta, profesor y jota. Miembro de la casa de Vogue House of Apocalipstick. Fundador y Coordinador de Seminario Interdisciplinario de Estudios Cuir, unam. Ha publicado Rostro cuir e Inversa Memoria. Ganador del Premio Nacional de Poesía Joven Francisco Cervantes Vidal 2017, con su poemario Loca. Becario Fonca del programa Jóvenes Creadores 2018-2019 en la especialidad de poesía. Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2019. Ambos poemas pertenecen al proyecto Disparos de salida que recibió el apoyo del Fonca Jóvenes Creadores en la disciplina de poesía del periodo en curso, 2018-2019.