Aziz Córdova
Si todos tuviéramos tu corazón
tu fragante corazón volado al alba
arca corazón, corazón aullante
piragua que sortea el caudal de llanto
corazón de abiertos brazos
tu rezumante corazón que late.
Si todos tuviéramos tu corazón
tu rojo corazón blanquísimo
tu oceánico corazón de barro
tu tierno corazón, ese prístino,
hermoso corazón por las arenas cincelado.
Si todos tuviéramos tu corazón,
tu titánico corazón de lino
fresco y terso como el fruto necesario
extendido refugio para los heridos,
los abyectos que aguardan ser ungidos
por tu corazón que aliviará sus duras manos.
Si todos vertiéramos tu corazón
en nuestros pechos agonizantes y rotos
nos alzaríamos con nuevo aliento, flamante esfuerzo
y un nuevo incendio en nuestros ojos.
Si todos vertiéramos tu corazón
en las simas, el desierto, en los mares
reclamaría la tierra todo el hierro
de los que odian, los desquiciados, los chacales
y en vez de deshojarnos a la crueldad del viento
sería la tierra y su segada piel de centeno,
una madre.
Si todos tuviéramos tu corazón
ya no pasaría frío el mundo
pues le habríamos tejido una bufanda de flores
y estoy seguro
de que todas nuestras manos enjugarían los albores
de tus ojos o los míos o los de cualquiera que llore.
Si todos tuviéramos tu corazón
ancho corazón antaño repartido
largo corazón como cuchillo
desbocado corazón de negras crines
si todos tuviéramos ese, tu corazón
no cabría el amor en los países,
se astillarían las fronteras,
y serían tantos los abrazos mansos
y serían tantas las canciones solaneras
y serían tantos los besos anchos
que sellaríamos por siempre las fauces de la guerra.
Si todos tuviéramos tu corazón
qué jolgorio de eléctricos ciudadanos del cielo
si todos tuviéramos tu corazón
tu corazón, tu corazón
junto a las músicas del trueno
brindaríamos borrachos y dulces por nuestra suerte
dormiríamos serenos
desparramados,
sonrientes,
bajo el manto de todos
entre todos y por todos resguardados de la muerte.
Ficha del autor
Poeta. Estudiante de Literaturas Hispánicas en la Universidad Autónoma de Sonora. Su poemario más reciente es Como siempre llego tarde (o me vengo muy pronto).