Dos poemas de Sarah Silva

Meel Cerecer telescopio

Eratóstenes descubre la circunferencia de la Tierra

Y aquel mediodía

                       21 de junio

las sombras escondidas en Siena

eran pelotas buscadas por el perro griego.

Era el año de la oscuridad introvertida

                         apenada por el baile,

                         de salir al escenario

la penumbra encontró su refugio

al chuparse el dedo.

El origen es un pozo en Alejandría

y un palo que muestra una sombra

en el inicio de la tarde

como el brote de una planta.

El cálculo de diferencia de ambas ciudades

lleva a un descubrimiento:

una serpiente de 40,000 kilómetros

rodea la Tierra.

Capas de la Tierra

Se adivinan las entrañas del cuerpo

sin diseccionar.

Deja el bisturí y los taladros.

Escucha

el sonido de las cuerdas de la guitarra

los susurros

grabados en papel.

Los tocadiscos    

trazan de los versos terrestres

la distancia de las capas:

de la corteza y sus mares 

                   túnicas acuáticas;

del magma que borbotea

                   bebida caliente de rocas

del núcleo oro líquido

                   el corazón cubierto de grasa.

Examina del pecho la voz del huevo
con el estetoscopio geofísico.

Recrea las imágenes de órganos

  ultrasonido al planeta.

Lee las líneas. 

No esconden vacío.

Escucha 

el volcán encenderse.

Sarah Silva. (Culiacán,1997). Poeta, licenciada en Lengua y Literatura Hispánicas. Becaria del PECDAS 2022. Ha publicado poemas en la revista Timonel del Instituto Sinaloense de Cultura. También, ha asistido a talleres de actuación y de poesía.

Arte de Meel Cerecer.

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