En el año 2022, Mario Sánchez Carbajal ganó el Premio Gilberto Owen en la categoría de Narrativa con su colección de cuentos Liminares, suicidas e insomnes. El jurado estuvo integrado por Lola Ancira, Carlos Sánchez y Ana Clavel, quienes elogiaron “su solidez narrativa, así como su propuesta temática imaginativa y transgresora”. En la siguiente entrevista, Mario nos habla de su experiencia como escritor, sus influencias, las becas y premios que ha ganado, así como sus procesos creativos.
Mario Sánchez Carbajal. (Ciudad de México, 1983). En 2013 ganó el Premio Nacional de Cuento de Acapulco en su Tinta con el cuento “La púa del erizo” y, en ese mismo año, obtuvo el Premio Nacional de Cuento Breve Julio Torri con La línea de la metamorfosis (FETA). Con su libro Muerte derramada, ganó el Concurso Nacional de Cuento Agustín Yáñez. Con Liminares, suicidas e insomnes ganó el Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen 2022, en la categoría de cuento.
¿Cómo te sientes por haber ganado el Premio Gilberto Owen 2022 en Narrativa?
He ido encontrando en los premios una especie de misticismo. Hay premios que voy encontrando, no en el momento en el que los gano, sino que los conozco por alguien más. Por ejemplo, el Gilberto Owen, lo conocí revisando la ficha de uno de mis maestros, después conocí a otros ganadores y pensé que me gustaría ganarlo algún día. Me parece un premio valioso, ya que es muy significativo para mí.
¿Anteriormente habías participado?
Sí, dos veces. Con el primer libro de cuentos que escribí y con el último que publiqué.
Estuve leyendo que ya habías sido acreedor de otras becas y premios ¿Qué nos puedes contar de estas experiencias?
Sí, he tenido suerte en la cuestión de los premios y las becas. Ha sido muy interesante ver como va evolucionando lo que voy escribiendo y cómo se relaciona con esos premios y becas. Muchas veces han sido peticiones. Por ejemplo, en mi primer premio me acababan de correr del trabajo y yo quería dedicarme a escribir, pero no podía hacerlo de lleno porque tenía que trabajar. Entonces me despidieron. Recuerdo que imprimí el libro de cuentos que mandé a un concurso. Un mes y medio después lo gané. Justamente me dieron lo que yo había pedido: dinero para que pudiera dedicarme a escribir. Las becas y premios me han servido mucho para crecer como escritor.
¿Cómo ha sido tu evolución a lo largo de estos años?
Ahora tengo más madurez, ya que he ejercido el oficio diariamente durante 13 años. He ido encontrando la relación vital que tengo con la literatura. Es lo que llena mi parte espiritual.
¿Cuáles han sido tus mayores influencias literarias?
Me gusta mucho la literatura latinoamericana. Cuando empecé quería escribir como otros autores, desde Julio Cortázar y García Márquez hasta Macedonio Fernández y Julio Ramón Ribeiro. Estos autores latinoamericanos del siglo XX influyeron mucho en mí.
¿Nos podrías contar un poco de tus procesos creativos?
Anteriormente yo planteaba proyectos. Pensaba escribir un libro de cuentos que hablara de un tema en particular. Me di cuenta de que no era mi manera de escribir. Eso me frustraba, ya que muchos escritores trabajan de esa manera. En mi caso no. Para mí surge una imagen, un sueño, una pesadilla, palabra o pintura en un museo que provoca algo en mí. Comienzo a seguir esa imagen. Después, al darme cuenta de que algunos cuentos tienen una relación, armo la colección. Cuando yo comencé hacía proyectos, ya que fui becario del FONCA, pero siempre terminaba haciendo algo distinto a lo que había planteado. Así me di cuenta de que no era mi forma de trabajar.
¿Cómo concebiste el libro ganador del Owen?
De todos mis libros es el que tiene más libertad. Nunca lo imaginé como un libro. Fueron cuentos que estuve escribiendo a lo largo de cinco años. Escribía un cuento, luego una imagen. Creo que algunos podrían pasar más por reflexiones, imágenes o relatos que como cuentos. De repente me di cuenta de que todos tienen procedencias similares. Por ejemplo, los sueños o el insomnio. También el suicidio es un tema muy recurrente. Por eso el nombre: Liminares, insomnes y suicidas.
¿En tu escritura has trabajado a través de talleres o en soledad?
El último taller que tomé fue en 2014, pero gran parte de mi formación la obtuve en ellos. Cambié de un taller a otro hasta encontrar el que más me servía para mi escritura. Al principio me corregían comas y puntos, pero no me ayudaban a desarrollar mi escritura, hasta que encontré un maestro que me ayudó mucho.
¿Cuáles son los temas que más reflejas en tu escritura?
Últimamente, he estado trabajando mucho en mí, en mi interior: explorando temas como los procesos inconscientes y espirituales. Mis imágenes han procedido de allí y este libro tiene mucho de esas partes internas y anímicas.
¿Qué opinas de la literatura latinoamericana contemporánea? ¿Cuáles son tus principales influencias?
En México he encontrado autores fundamentales, por ejemplo Mario González Suárez, me parece que su literatura es muy poderosa. También Álvaro Uribe es deslumbrante. Me gusta mucho la literatura personal, que no se repite una y otra vez. Aunque hablemos del mismo tema, se aborda de manera distinta.
¿Cuándo y cómo fue que comenzaste a escribir?
Hace quince años aproximadamente. Comencé a escribir cuando dejé la carrera de psicología y me dediqué de lleno a escribir. Me motivó esta necesidad espiritual de la literatura. Querer ver algo más allá de lo evidente. Para mí es un acto de salvación.
Karen Limón Castillo. Licenciada en Letras Hispánicas por la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y egresada de la Maestría en Mercadotecnia Digital por la Universidad Latinoamericana (ULA). Se desempeña como jefa de Literatura y tallerista en el Instituto Sinaloense de Cultura (ISIC). Ha participado en eventos culturales como conferencista, presentadora de libros y jurado. Ha tomado talleres de escritura creativa, narrativa y escritura colectiva. En 2019, cursó un semestre de Literatura en la Universidad de Salamanca (USAL) y fue curadora en la biblioteca del Museo de Arte de Sinaloa (MASIN). Además, ha editado las revistas digitales Timonel, Luster Magazine y PLPG news.
Ya puedes encontrar el libro Liminares, suicidas e insomnes en el Centro de Literatura (CELIT). También, puedes leer aquí uno de los cuentos que componen el volumen.
Arte de Meel Cerecer.
Este 2023 los ganadores del Premio Gilberto Owen fueron Mijail Lamas en poesía y Sofía Morfín en cuento. Acompáñanos a la ceremonia de premiación el viernes 16 de junio a las 7 p.m. en el Museo de Arte de Sinaloa (MASIN). Así como en las demás actividades que tenemos para la semana del 12 al 16 de junio.