Perfil de Karina Castillo (escritora mazatleca)

SEMBLANZA: 

Ha tomado cursos literarios con los escritores: Élmer Mendoza, Eduardo Antonio Parra, Ana Clavel, Enrique Serna, Alfonso Orejel, Denisse Pohls, Elisa Díaz Castelo, Armando Alanís Pulido, Jorge Ortega, Silvia Peláez, Cecilia Pérez Grovas, Asmara Gay, Leonardo Da Jandra, Felipe Garrido, Mario Meléndez, Eduardo Antonio Ruiz, Mónica Lavín, Miriam Moscona, Jair Cortés, José Homero, Daniel Zetina, Omar Nieto, Christian Peña, Ernestina Yépiz, Jorge Humberto Chávez, Martín Solares, entre otros. También ha tomado cursos de improvisación y construcción de personajes teatrales con la actriz Angélica Aragón. Pertenece al grupo colectivo La Nave de los Sueños, y ha participado en los talleres literarios impartidos por la escritora Melly Peraza, en el Museo de Arte de Mazatlán. Asimismo, fue integrante de los talleres de poesía de la Capilla Alfonsina, en Ciudad de México, dirigido por la poeta Beatriz Saavedra. 

Es coautora en las antologías: Patasalada, Ráfagas de nombres, Sensaciones y sentidos II, Narrativa II (volumen 3), Encuentro de escritoras sinaloenses; II, III, IV y V Festival Internacional de Poesía La Mujer en las Letras, A través del espejo, y Palabras para el encierro. Autora del libro de microficciones: Anzuelos de la memoria; de cuentos, Andrómeda; poesía, Güebsait y su más reciente novela criminal: Alma fría

Es creadora del proyecto cultural y deportivo: Kilómetros de Anzuelos. Coordinadora y gestora cultural del Festival de Libro Mazatlán, FELIM 2020 y 2022. También ha impulsado iniciativas como Mar de Lectura en calidad de gestora cultural y coordinadora. Forma parte del Comité de Elaboración de Reactivos del Examen de Ingreso al Servicio Profesional Docente de Educación Media Superior para Literatura (CENEVAL). Imparte talleres de creación literaria y ha colaborado en programas de la Secretaría de Educación Pública y El Colegio de Sinaloa, como Cruzada por la lectura y Leer para comprender, dirigidos por el maestro Élmer Mendoza.

Fue seleccionada en los siguientes certámenes, los cuales llevaron a cabo la publicación de sus obras. En el género cuento, participó en el Certamen Mundial de Excelencia Literaria: Narrativa III (Volumen 3), edición 2015, realizado en Seattle, Estados Unidos, por la Biblioteca de Autores Latinoamericanos. En el ámbito de la microficción, sus textos fueron incluidos en las antologías Sensaciones y sentidos II (2015) y Micro fantasías (2022), ambas publicadas por Diversidad Literaria. En 2018 obtuvo los primeros lugares en las categorías de cuento, ensayo y maestros lectores, en los certámenes inaugurales de Expresión Literaria de la zona 014 y la región.

Es conferencista de temas relacionados con la lectura, la escritura y la literatura. Ha colaborado en diferentes medios impresos y digitales, entre ellos: El Sol del Pacífico, El Noroeste, de Mazatlán; El Informador, de Cuernavaca; la revista cultural de Culiacán, Timonel; Revista Cultural Las Letras del Burro, del IPN, México; y LP5, revista digital colombiana de literatura y arte. 

En octubre de 2016, el H. Ayuntamiento de Mazatlán, dirigido por el entonces Presidente Municipal, Carlos Eduardo Felton González, le otorgó el reconocimiento como Embajadora Mazatleca, por haber representado al puerto de Mazatlán a nivel internacional, y su reconocido mérito lo acredita con una placa que devela su nombre en el Parque Lineal, frente a Plaza Acaya.

¿Cuáles son tus principales preocupaciones en la escritura? El tiempo para hacerlo y los recursos para su publicación, aunque también creo en la importancia de lograr un buen ritmo que sostenga la historia de principio a fin.

¿Cómo es tu proceso creativo? Son una serie de pasos y recursos que me guían hasta conseguir, primero, los perfiles de los personajes; y después, las atmósferas donde se mueven para crear la historia, los cuales también se han logrado a través de los sueños que tengo, se convierten en una especie de revelaciones que les otorga un perfil más real o a veces irónico y/o con humor negro. Siempre trato de lograr un estado de misterio que envuelva al lector desde el primer capítulo hasta encontrar hallazgos, como pistas que van encajando en un rompecabezas para descubrir la verdad. Cada capítulo es una media verdad que te conduce al siguiente, pero hay que hacerlo con destreza. Escribir una línea que nadie ha escrito, del deseo cotidiano, pensando cosas que nadie ha pensado, pensar cosas distintas. Crear personajes entrañables que perduren en la mente del lector.

¿Qué autores han servido como influencia o modelos para tu obra? Eduardo Antonio Parra, Juan Rulfo, Enrique Serna, Arturo Pérez Reverte, Liliana Blum, Gabriel García Márquez, Jaime Sabines, Élmer Mendoza, Rosa Montero, José Emilio Pacheco, Alejandra Pizarnik, Reiner Maria Rilke, entre otros. 

¿Cuál es tu más reciente libro y sobre qué ejes temáticos y estéticos gira? Alma fría es novela criminal, surge y retoma temas que acontecen en la actualidad, como el narcotráfico, personas transgénero, tráfico de armas y violencia. El personaje principal y narrador protagonista es Óscar Mondragón, abogado de profesión, cocainómano, sátiro, criminal, corrupto, misógino, machista, mal padre y aberrante esposo son los adjetivos que lo califican. Pero cuando conoce a Vanessa, una bailarina exótica, pone al descubierto las inseguridades de nuestro protagonista que confunde el poder con sostener una pistola. Hay técnicas literarias como la ausencia de guiones, diversos tipos de narradores, pero los que más sobresalen son el narrador protagonista y omnisciente. Recurro al flashback para darle más sentido a la trama; al monólogo interior, que penetra en las entrañas del personaje; el flashforward, que va advirtiendo lo que posiblemente puede suceder, dejando una intriga, permitiendo que el lector vaya adentrándose a la historia.

¿Puedes compartirnos algunos de tus proyectos de escritura en los cuales estés trabajando? Escribo la segunda parte de esta saga, un poemario y recientemente, en el mes de marzo, terminé un poemario dedicado a mi hijo y a su esposa, Consentimiento, como regalo de bodas. Estamos coordinando y gestionando el proyecto Mar de lectura, para llevarlo a cabo el mes de enero, en el puerto de Mazatlán, son presentaciones de libros y clínicas literarias.

¿Qué temáticas, procedimientos de escritura o autores recientes son de tu interés? Novela criminal, ciencia ficción y poesía. En cuanto autores: Élmer Mendoza, Alfonso Orejel, José Emilio Pacheco, Mónica Lavín.

¿Qué opinión te merece la actualidad de la literatura en Sinaloa? Hay autores importantes de gran trayectoria y talento literario, que nos sumergen en sus obras y nos envuelven en atmósferas de las cuales no queremos salir; pero también hay nuevos escritores con una calidad sorprendente, incluso existe el interés de seguir aprendiendo y las escuelas también están haciendo su labor, promoviendo la lectura y los talleres de creación literaria.

Muestra de obra

Poemas

Empezaré por mí,

porque si todo resulta al revés,

la vida es incomprensible,

y esa soy yo.

¿QUIÉN SOY?

Soy un mundo de pensamientos

que vuelan atados a la memoria.

Soy la hija águila,

lumbre en el palpitar de un volcán.

Soy silencio y dolor,

imperfección,

sueño que habita la almohada

en un despertar sin luz.

Soy y quiero ser,

también quiero estar siendo.

Soy mi mundo al revés

y sin prejuicios

de este mundo incomprensible,

injusto,

inconcluso,

inapropiado para los propios,

inculturalizado a medias,

siempre.

Soy

parte de la injusticia,

víctima de la situación,

inocente de penas ilícitas

junto al rebaño de la prisión.

Soy a quien llamaban sabía,

la sabelotodo en medio de la envidia,

la conejilla de indias

que siempre busca respuestas.

Soy un reloj sin manecillas

que no mide el tiempo,

un escaparte sin cristal

a quien le pueden arrancar el corazón.

Inicio de la conversación

Son amigos(as)

Vive en el país

15/09/2011 (22:09)

En el lenguaje que invento

y en la búsqueda,

siempre y nunca,

hay poesía más allá del poema,

unifica el universo

y la retórica alimenta el alma

donde nace el sol,

donde eres y estás,

en todo encuentro

y en ninguno,

en la necesidad que hay entre la luz,

entre las montañas,

universo de esencia viva

entre el vacío y el todo,

entre el hambre,

ahí encuentro la intensidad

del intento por alcanzarte

lejos de las fronteras,

cerca del corazón.

21/11/2011 (15:01)

Brillan ojos como estrellas fugaces endulzadas en el alba.

La poesía es del espíritu,

no del cuerpo,

del espíritu y cuerpo que posees,

finura en el contorno del dibujo

nacido de ambos,

se conjuntan para vivir en este lienzo,

para compartir como el pan o el techo.

Creas el afán de ser,

la intención de vivir

y explorar lo etéreo,

de adiestrar al fiero interno que obnubila

en la verdad del misterio,

sobre la sobra de lo cierto.

Conviertes en gotas de cálida y tibia poesía

la sangre del universo que transforma

y revive el sol para formar parte del cosmos,

entre corrientes que arrastran los versos

para compilar caricias en la poesía

que reencarna este poema.

Fragmentos de la novela Alma fría

(1)

En la recepción del aeropuerto renté un automóvil para trasladarme a Nogales. Cuando llegué, el polvoriento asfalto estaba hecho una hornilla. Recorrí los alrededores de la penitenciaría para buscar la entrada. Por fin llegué. Pregunté por él. Un joven con acento español me indicó el camino para llegar con Silvano. Lo tenían en una habitación estrecha de paredes agrietadas y con poca luz, apenas alcanzaba a escuchar el sonido de las aves. Tenga pa’que se entretenga, carnal. Le dejé un libro de Élmer Mendoza, una revista TVNotas y dos cajas de cigarros para que se pusiera bien. Comentamos lo complicado del asunto, porque sería difícil para su mamá, era su único apoyo económico, aunque para eso me pintaba solo, yo le podía aventar con los billetes de Silvano, sin ningún problema. Lo lamenté, sobre todo por ese lazo que nos unía desde hace tiempo. En los Mochis tenía una vieja que lo amaba en serio. Amelia, su esposa, era lo contrario, su predilección por el dinero y las cirugías patrocinadas por este güey, la ponían buenota para otros, porque tenía varios amigos, eso sí, y de muchas influencias que hasta a uno lo podían sacar de apuros. Pero nosotros no estábamos tan jodidos para estar soportando, pues, gastábamos a lo idiota como hasta hoy.

(2)

Ni modo. Dejé al Silvano con las palabras en la boca, tragándose el orgullo matón. Respiré muy fuerte, diciéndole que sí a todo, tuve ganas desbocadas de apretar su pescuezo. Hasta que lo seguí escuchando y presté atención. Entonces investigué hasta en sus últimas versiones. Tenía que contar todo para poder liberar al Miraviones. Estaba listo el amparo. Ahora falta la orden del juez. Narró a medias y tuve que colgar el teléfono porque llegó el cerrajero.

¿Para qué soy bueno, jefe? Es la puerta del baño, otra vez no la puedo abrir. Observé que no era el muchacho de siempre. Oye chaparro, qué raro verte a ti, estos jales siempre se los avienta tu primo. La neta que el bato es muy rápido, más de alguna vez me ha hecho otros servicios. Sí, ya sé. Empujó la puerta. El muchacho estaba medio tembloroso de puritito miedo. ¿Qué traes, pues? Lanzó miradas al escritorio. La cafetera hervía, dejando salir el fugaz y penetrante aroma liberado en el ambiente. Oiga, le gusta mucho el café, ¿verdad? Sí. Huele exquisito. ¿Te sirvo una taza? El joven agarró confianza. Dejó de temblar y tomó un breve descanso para beber el primer sorbo. Ahora sí, pues. Cuéntame. Es que es un relajo, don. 

Fragmento de cuento,  Andrómeda

Es difícil vivir con los seres que habitan aquí. Aún conservan la naturaleza de sus cuerpos. No eran máquinas en las cuales nos habían convertido, al menos eso pensé cuando llegué a Ethernio, la esfera celeste de siete lunas. Quizás resulte aterrador recordar porque borraron parte de nuestra historia.

Una mañana, ingresé al Centro de Sistemas Novaluz. Debí hacerlo para recuperar mi pasado. Entré por el laboratorio. Busqué en la base de datos. Cualquier registro que encuentre de Astrión podría brindar la información necesaria. Fue en vano. Decidí salir por la puerta principal. Había guardias custodiando el acceso, y si no fuera por la protección de los lentes oscuros, mis ojos color magenta me hubieran evidenciado. Aumentaron mis nervios luego de que casi descubren mi procedencia. Oye, tú, ¡detente!, dijo uno de ellos. Jaló de mi brazo y preguntó: ¿Cómo te llamas?, Acomodé mi chip auditivo, ¿cómo dice? ¿Cuál es tu nombre? Repitió. Lo dejé con la duda y caminé despertando cierta inquietud con el eco de mis palabras. El otro le miró con atención. Ninguno se percató de mi disfraz intergaláctico. Tenía que engañarlos, de lo contrario; me costaría la vida.

Hace tiempo, Oclotonio, rey de Radim, robó la fuente de poder que sostenía el universo. Generó una energía más potente que una bomba nuclear. Sacudió el cosmos hasta conquistar la galaxia de Andrómeda. Devastó gran parte de Astrión,

mi lugar de origen, el cuarto y más grande de los planetas del sistema brillante. Las nebulosas que lo rodeaban absorbían la potencia solar. Las naves de guerra abrieron paso para detonar sus armas destruyendo todo lo que cruzó por su camino. Se extinguieron los ramodules, árboles titánicos de inmensas hojas rosas que mantenían un ambiente similar al planeta Tierra, de la Vía Láctea. El impacto fue brutal. Después me hirieron a muerte y el infrasonido reventó mis oídos. Me levantaron como pudieron para transportarme sobre sus espaldas…

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karina castillo escritora

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