Cuatro poemas de Agustina Valenzuela

Dejo la hoja lista

Dejo la hoja lista

por si las musas se devuelven,

por si quieren escribir con mi mano,

por si rondan por mi casa,

por si no me han abandonado.

 

Dejo la hoja lista

por si le quieren dar sentido a esta blancura,

por si no se me acaba esta noche la vida

por si hay ocasión de hurtarle una frase a la noche,

a la soledad

o al sueño.

 

 

Pirotecnia

Son triviales las palabras

pero a veces rasgan la noche,

se visten de luz,

entran como vino embriagador

por el callejón oscuro de los siglos,

tañen otros significados,

ondean sus colores,

entran por las morenas pieles

como explosión en el aire

como lluvia dorada;

son las mismas,

solo adornadas con brillo

y un nuevo traje.

 

 

 

 

 

 

Rasgos particulares

A mis poemas

los destruye el ruido:

a tropezones huyen de la gente.

 

Son tímidos por su desnudez,

conmigo hablan

a solas

en secreto

en voz muy baja.

 

Los consuelo y exhorto

para que abran la ventana

tomen el sol y la lluvia.

 

Cuando nadie alrededor anda

salen como unicornios

a campo abierto.

 

Mi credo

Creo en los aviones, en las hormigas rojas

Elisa Díaz Castelo

 

Creo en las ausencias

por ser auténticas y verdaderas.

Creo en el instante

en que desatado entra el aire.

Creo en las notas de Mozart

navegando por siglos hasta llegar a mí.

Creo en la primitiva historia

de cuyo umbral salí.

Creo en las hormigas todopoderosas

que suben por el marco de la puerta.

Creo en la palabra y en la poesía

que juntas algo dibujan en la sombra.

Creo en la conversación silenciosa

de los muertos ‒y de los vivos.

Creo en el futuro

tanto como en el pasado.

Creo en los insectos microscópicos

que aún no han sido bautizados.

Creo en el cerebro universal

que fluye entre constelaciones.

Creo en la energía positiva y en el karma

de los que ya no están

Creo en la grandeza del niño, en su inocencia.

Creo en el sol

aunque no lo pueda ver de frente.

Creo en la mañana que tiene prisa

por convertirse en mediodía.

Creo en las palomillas y

en la transparencia de sus alas.

Creo en los hombres que dejan

a una mujer suspendida en ilusión.

Creo en el beso de la luz

y tal vez también crea en mí.

Agustina Valenzuela

Escritora y docente. Autora del libro de relatos  La musa y sus caprichoso; y de la novela Toco el violín para olvidar que soy mujer. Su trabajo escritural se encuentra también en los libros colectivos: Caminos que se bifurcan, Jueves negro, Mujeres hablando, entre otras. Los poemas aquí publicados son parte de la antología colectiva Poemas como nubes, recientemente publicada por Nódulo Editorial.

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