La creación de una obra literaria, aunque ficción, no se encuentra aislada de los acontecimientos sociales y políticos de la época en la que es escrita. De ahí que, como menciona Mijael Bajtín en Teoría y estética de la novela (1989) un texto literario se puede crear y leer como un reflejo completo de la época, pues en ella se ponen en juego las ideologías sociales del contexto histórico al que, implícita o explícitamente, nos remite la historia narrada. En la literatura actual un ejemplo de esto es la llamada narcoliteratura, denominación con la que se clasifican los relatos de ficción que tienen como temática central el narcotráfico y las consecuencias que esta actividad delictiva trae consigo: una violencia a gran escala que, muchas de las veces, cobra víctimas inocentes.
Pero entonces surge la pregunta: ¿sólo de la violencia que trae consigo el narcotráfico escriben las plumas sinaloenses? La respuesta es no. Existe un amplio número de escritores que incluyen a la violencia en su narrativa, pero enfocada en diversas situaciones tales como: la violencia intrafamiliar, de género, psicológica y sexual; sin dejar de lado otras temáticas, así como el erotismo, la pérdida de la inocencia, la infidelidad, la obsesión y la traición, temas de los que se valen escritoras como Dina Grijalva, Mariel Iribe Zenil y Aleyda Rojo.
Esta última autora, nacida en Estación Naranjo, Sinaloa en 1969, ha cultivado diversos géneros literarios como ensayo, cuento, novela y literatura infantil. Algunos de los títulos de su autoría son La fotografía en la plástica de Antonio López Sáenz y Carlos Bueno (2000), Defensa de lo prohibido (2006), Brujas del tiempo (2010), Ataque a la piedad (2013), Caballero Dinosaurio (2013) y Chispas de un mismo fuego (2022).
El más reciente libro de cuentos de Aleyda Rojo lleva por nombre Chispas de un mismo fuego (2022), obra que cuenta con un tiraje de mil ejemplares financiados por la misma autora; motivo de reflexión porque el hecho de que la escritora se valga de la autopublicación para dar a conocer su trabajo, no es motivo de menoscabo porque su propuesta literaria es de la calidad por la que se distinguen los escritores del norte.
En este cuentario, Rojo ofrece trece cuentos en los cuales se destaca la narración en primera persona a través de voces femeninas y masculinas que oscilan entre las diferentes manifestaciones de la desaparición forzosa, la pérdida de identidad, el erotismo y el deseo. “Anónimo” es el cuento con el que empieza el libro; en él, la voz de un hombre comenta que decide abandonar su vida para proteger, desde el anonimato, a una niña mientras espera pacientemente a que ella llegue a la madurez. Esto pareciera la historia de un héroe, pero está muy alejada de eso. El hombre está enamorado de la pequeña y este sentimiento intenso que lo embarga es su motivación para cometer crímenes.
“Anónimo” es una propuesta interesante que juega con la doble moral del ser: el hombre vagabundo, antes de revelar su motivación para abandonar su vida acomodada, deja en claro que su papel como ropavejero es importante para las personas de la ciudad donde se desarrolla la historia; pero también muestra lo que conlleva ser un vagabundo: el odio, desprecio y asco que las personas muestran hacía su figura.
Otro de los cuentos más interesantes de este libro es “Viuda de tigre en el que se cuenta la historia de una mujer que adopta a un tigre que se escapó del circo. La mujer sostiene una relación sexo-afectiva con el animal, situación que la lleva a comportarse como una bestia, a la par que el tigre adopta actitudes humanoides. Este relato hizo acreedora a la autora del Premio Nacional Doctor Enrique Peña Gutiérrez en el año 2014,
Chispas de un mismo fuego (2022) debe su nombre al poema “La gloria del poeta” del español Luis Cernuda. Este nombre, el cual me parece una decisión muy sabia por parte de Rojo, rescata la idea que todas las voces narrativas convergen en un mismo universo desde un vagabundo enamorado de una niña, una pareja de vampiros que ven cómo el amor entre ellos se acaba, así como hombres que buscan que buscan quedar embarazados, hasta mujeres que la maternidad les presenta la peor pesadilla.
La autora explota el recurso del narrador en primera persona, lo cual puede ser un punto débil para el libro del que sólo dos cuentos son narrados en tercera persona. Pero no imposibilita ni demerita la calidad narrativa y la variedad de espacios en los que se desarrollan cada uno de los cuentos. Por eso es importante dar a conocer a escritoras como Aleyda Rojo porque su propuesta literaria es igual de importante que la de autores con contratos editoriales.
Bibliografía
Bajtín, Mijael. Teoría y estética de la novela. Taurus. 1989.
Rojo, Aleyda. Chispas de un mismo fuego. Autopublicación. 2022.